¿Cómo comunicar Economía Social y Solidaria? #ESS

En diferentes encuentros y proyectos, como por ejemplo, en el pasado encuentro de Comun_ESS, encuentro de comunicación y economía social y solidaria que tuvo lugar en Madrid durante el puente del 12 de octubre, hemos tratado muchas veces sobre la problemática de comunicar la economía social y solidaria.

A continuación os queremos exponer algunas reflexiones que desde La Clara nos surgen:

Retos de comumicar #ESS

Alejarse del idealismo

Uno de los principales retos con los que nos encontramos agencias, departamentos o profesionales de la comunicación a la hora de difundir y dar a conocer organizaciones, proyectos y personas vinculadas al mundo de la economía social y solidaria es mostrar creíbles los proyectos. A menudo, las otras economías son percibidas como economías de segunda (¡o de tercera!), de muy pequeña escala y sin influencia relevante en la economía macro. Pero si apostamos por dar datos y números, por sumar esfuerzos, si hablamos de iniciativas juntas catalanas, españolas, europeas, mundiales… Las cifras no son tan pequeñas. Por ejemplo, el informe anual de Triodos Bank constataba su crecimiento en un 9,4% y con un total de capital de la entidadde 13,5 billones de euros. Y en Madrid existen unas 7.500 actividades de economía social, 5.000 en Barcelona. Debemos resaltar que la economía social tiene un peso. Y el primer paso, es creérselo. Lo dice el dicho: que sea real y que lo parezca.

Buscar la singularidad

Al comunicar proyectos de las otras economías debemos resaltar muy mucho la singularidad de los mismos. A veces las personas que comunicamos, imbuídas en el universo ESS, olvidamos dar relevancia a los valores que sostienen esta economía: la vida en el centro, la economía de las personas o valores tan esenciales como transparencia y ética. Los tenemos tan incorporados en nuestro día a día, en nuestro entorno, en nuestra profesión, que olvidamos comunicarlos hacia fuera, remarcarlos a un público que quizás… no tiene tan claro que de valores vive la ESS.

En este mismo sentido, hace falta explicar las organizaciones y sus proyectos en toda su complejidad: porque esta es una de las bases de la economía social y solidaria. No solo son proyectos económicos, sino que a menudo, suman un proyecto viable con un proyecto social y una visión de futuro mucho más desarrollada que el grueso de proyectos económicos standards. En su complejidad, está su belleza.

Comunicar sin tangibles

Por último, debemos remarcar el reto con el que a menudo se encuentra la comunicación de la ESS: la dificultad de comunicar esta economía sin tangibles, sin un buen grueso de ejemplos que demuestren que esta economía es posible. Por ello hace falta ser creativo y asertivo: buscar iniciativas iguales o parecidas más allá de nuestro territorio, demostrar con datos la viabilidad de los proyectos, buscar avales y mecenas que refuercen la idea… Y a veces, acudir al pasado. Es un buen ejemplo el auge de las cooperativas de trabajo, una nueva forma de trabajar que a pesar de ser muy innovadora, nace en el siglo XIX.

Ojo con los palabros

El último reto técnico: los palabros. Palabras o tecnicismos que emmarcan el universo de la economía social y solidaria y que no son conocidos por la gran mayoría de público: ESS, heteropatriarcal, los comunes, agroecología, banca ética… Te pueden parecer palabras básicas de activista con pañales, pero ¡ojito! Si queremos que la ESS se expanda, deberemos empezar por el inicio.

 

Cómo comunicar #ESS

Y ahora que tenemos controlados algunos retos, ¿qué? Pues he aquí algunas recomendaciones para seguir comunicando y ¡avanzando!

Con mirada inclusiva

Las otras economías (social, solidaria, verde, feminista…) deben ser economías para todos. Y deben acoger especialmente a los más maltratados por la economía capitalista. Por ello es tan importante que lleguemos en primer lugar a aquellos que lo han tenido más difícil: personas con diversidad funcional, personas con capacidades no standards, personas que si se “suben al carro”, pueden darnos mil pistas de cómo superar nuevos obstáculos. ¡Los necesitamos tanto como ellos necesitan esta nueva economía! Y ahora, aterricemos: ¿te has planteado si tu web la pueden ver personas con ceguera? ¿O si el espacio para una rueda de prensa está adaptado? ¿Te diriges a colectivos con diversidad cuándo comunicas? ¿No? ¡Pues vamos!

Con perspectiva feminista

La economía social será feminista o no será. Porque una economía social debe ser justa e igualitaria y por ello, necesita la mirada feminista en todo aquello que comunicamos. ¿Qué lenguaje usaremos? ¿Tiraremos de arrobas, x’s, palabras sin género o femeninos plurales para escribir? ¿Y al contratar colaboradores y proveedoras, tendremos en cuenta la paridad o la discriminación positiva?

La economía feminista también nos ha traído un nuevo término: los cuidados. Como agencias, departamentos y profesionales de la comunicación: ¿tenemos en cuenta el autocuidado y los cuidados colectivos de nuestro colectivo? ¿Consideramos la autoexplotación un problema en nuestras organizaciones?

¡Ay la madre! Aquí se abre la caja de Pandora y tenemos trabajo… ¡para meses!

De forma situada

Y para acabar. Último apunte técnico: seamos conscientes, la comunicación de la ESS intentará siempre ser objetiva, verídica, cierta, contrastada, comparada. Pero no perdamos el norte: estaremos situadas dentro de las otras economías, dentro de un universo que defendemos y queremos y por el que apostamos para el cambio, para la transformación social. Es una comunicación situada, que no manipulada. Digámoslo y ¡defendámoslo!

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